La Primavera
Ha llegado! Con impaciencia la esperaba en un encierro prolongado y en aislamiento social.
Cuestionar él porque de lo prolongado, no hace diferencia en reducir el tiempo. Pero lo que
importa es lo que ahora siento.
Escucho los pichones cantar, dulce música que aleja todo tormento! Unos ya partieron, el enemigo
invisible acecha, nadie sabe a quién le toca. Cuidarse con amor, compasión y prevención.
Quiero concentrarme en las bendiciones y pensar que todo ha pasado como debe de ser y orar.
Pronto todo debe fluir y debemos ascender, desprendernos de tanto materialismo y cuidar nuestro
entorno y todo lo que amamos, en cuanto a quienes nos han ofendido, perdonar.....
Aprecio la salud, a mis hijos, mi hogar, mis padres mi familia. Pido por ellos, confío en Dios.
El sol ha salido y espero que alimente las esperanzas de un Mundo mejor! En el que renace la
esperanza, los colores y los frutos que alimentan la empatía y la generosidad humana.
Germinan capullos, brotan las semillas plantadas con esmero y el rocío de la mañana es premonitorio
de que el dolor de los que han partido, sirve para tomar conciencia de que la vida es un don, un
maravilloso milagro. El más grande regalo del cielo.
Llueve y se nutre el suelo, el astro sol alimenta la clorofila de las plantas y surgen las más bellas
flores, sin importar el frío del invierno que finalmente ha llegado a su ocaso. Un nuevo ciclo viene
para comenzar, dejando atrás las tormentas, aprendiendo de lo que hemos tenido que superar...
Hay esperanza! Las flores y su aroma nos muestran, su poder de sanar y con optimismo vamos a
recomenzar y juntos en familia y como sociedad vamos a corregir conductas y a pensar en el bien
de la comunidad, sin egoísmos y con mucha generosidad. Los invito a que todos seamos Primavera.
